Novena a San Agustín Sobre la Esperanza

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Novena a San Agustín

Sobre la Esperanza

 esperanza que se ve no es esperanza

(CS 5,4).

 

Primer Día

“…es verdad que quien no conoce a Dios, aunque tenga múltiples

esperanzas, en el fondo está sin esperanza, sin la gran esperanza que

sostiene toda la vida”

(Benedicto XVI Spes Salvi 27)

Lectura Bíblica: Sal 62,6-8

Sólo en Dios descansa mi alma, de él me viene la

esperanza. Sólo él es mi Roca salvadora, él es mi

baluarte: nunca vacilaré. Mi salvación y mi gloria están

en Dios: él es mi Roca firme, en Dios está mi refugio.

Dice San Agustín:

“Como se fundó mi esperanza en el hombre,

al titubear el hombre tambaleará mi

esperanza, y al caer el hombre caerá

también mi esperanza; pero como confío en

el Señor, no seré conmovido.”

(CS 25,2,6).

Oración.

Señor te pedimos que aumentes nuestra

esperanza y nos animes a trabajar para lograr la

justicia en nuestro mundo. Para que no haya

desigualdades que ofendan la fraternidad real a

la que estamos llamados a vivir.

 

Segundo día

“…la gran esperanza del hombre que resiste a pesar de todas las

desilusiones, sólo puede ser Dios, el Dios que nos ha amado y que nos

sigue amando «hasta el extremo»”. (Benedicto XVI Spes Salvi 27)

Lectura Bíblica: 1 Cor 13,11-13

Mientras yo era niño, hablaba como un niño, sentía como

un niño, razonaba como un niño, pero cuando me hice

hombre, dejé a un lado las cosas de niño. Ahora vemos

como en un espejo, confusamente; después veremos cara

a cara. Ahora conozco todo imperfectamente; después

conoceré como Dios me conoce a mí. En una palabra,

ahora existen tres cosas: la fe, la esperanza y el amor,

pero la más grande de todas es el amor.

Dice San Agustín:

“ Ahora creemos, más tarde veremos. Cuando

creemos, se da la esperanza en este siglo;

cuando veamos, se dará la realidad en el

futuro, pues veremos cara a cara”

(CS 123,2)

Oración :

Queremos pedirte que aumentes la esperanza en

los jóvenes. Especialmente te pedimos por los que

están sin rumbo, porque la sociedad los margina,

los deja de lado, no les brinda educación, ni trabajo,

ni oportunidades para vivir con sentido.

 

Tercer día

“Quien ha sido tocado por el amor empieza a intuir lo que sería

propiamente «vida». Empieza a intuir qué quiere decir la palabra

esperanza que hemos encontrado en el rito del Bautismo: de la fe se

espera la «vida eterna»” (Benedicto XVI Spes Salvi 27)

Lectura Bíblica: Rm 4,18-21

Esperando contra toda esperanza, Abraham creyó y llegó

a ser padre de muchas naciones, como se le había

anunciado: Así será tu descendencia. Su fe no flaqueó, al

considerar que su cuerpo estaba como muerto era casi

centenario y que también lo estaba el seno de Sara. Él no

dudó de la promesa de Dios, por falta de fe, sino al

contrario, fortalecido por esa fe, glorificó a Dios,

plenamente convencido de que Dios tiene poder para

cumplir lo que promete

Dice San Agustín:

“También la esperanza es necesaria durante la

peregrinación; es ella la que nos consuela en el

camino. El viandante que se fatiga en el

camino, soporta la fatiga porque espera llegar

a la meta. Quitale la esperanza de llegar, y al

instante se quebrantarán sus fuerzas.”

(S 158,8)

Oración

Señor queremos pedirte que les des esperanza a

todos los niños y niñas que andan solos en

nuestras calles. Testigos de un mundo que no los

tiene en cuenta ni se avergüenza de su presencia.

 

Cuarto día

“Gracias a su esperanza, Agustín se dedicó a la gente sencilla y a su

ciudad; renunció a su nobleza espiritual y predicó y actuó de manera

sencilla para la gente sencilla”. (Benedicto XVI Spes Salvi 29)

Lectura Bíblica: Rm 5, 1-4

Justificados, entonces, por la fe, estamos en paz con Dios,

por medio de nuestro Señor Jesucristo. Por él hemos

alcanzado, mediante la fe, la gracia en la que estamos

afianzados, y por él nos gloriamos en la esperanza de la

gloria de Dios. Más aún, nos gloriamos hasta de las

mismas tribulaciones, porque sabemos que la tribulación

produce la constancia; la constancia, la virtud probada; la

virtud probada, la esperanza.

Dice San Agustín:

“La esperanza, por tanto es necesaria mientras

no vemos lo que creemos, no sea que al no

verlo desfallezcamos de desesperación.”

(S 53,11).

Oración

Señor Jesús aumenta nuestra esperanza y envía tu

Espíritu Santo has que nuestras comunidades sean

fecundas, llenas de valor y coraje para vivir el

Evangelio y luchar por el Reino.

 

Quinto día

“A lo largo de su existencia, el hombre tiene muchas esperanzas, más

grandes o más pequeñas, diferentes según los períodos de su vida”.

(Benedicto XVI Spes Salvi 29)

Lectura Bíblica: Rm 5,5-6

La esperanza no quedará defraudada, porque el amor de

Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el

Espíritu Santo, que nos ha sido dado. En efecto, cuando

todavía éramos débiles, Cristo, en el tiempo señalado,

murió por los pecadores.

Dice San Agustín:

“Alégrate de estar redimido; aún no lo estás en

la realidad, pero estate seguro en la esperanza.

Si no gimes en la esperanza, no llegarás a la

realidad ”

(CS 37,5).

Oración

Señor Jesús te pedimos que renueves nuestra

esperanza, ayúdanos a caminar en los conflictos,

enséñanos la fidelidad al Evangelio en estos

tiempos difíciles. Queremos construir el Reino,

ofrecer al mundo los frutos de tu presencia.

 

Sexto día

“…nosotros necesitamos tener esperanzas –más grandes o más

pequeñas–, que día a día nos mantengan en camino.

(Benedicto XVI Spes Salvi 30)

Lectura Bíblica: 1Pe 3,13-16

¿Quién puede hacerles daño si se dedican a practicar el

bien? Dichosos ustedes, si tienen que sufrir por la

justicia. No teman ni se inquieten: por el contrario,

glorifiquen en sus corazones a Cristo, el Señor. Estén

siempre dispuestos a defenderse delante de cualquiera

que les pida razón de la esperanza que ustedes tienen.

Pero háganlo con delicadeza y respeto, y con tranquilidad

de conciencia. Así se avergonzarán de sus calumnias los

que difaman el buen comportamiento de ustedes como

creyentes en Cristo.

Dice San Agustín:

Nada hay tan opuesto a la esperanza como el

mirar atrás, es decir, poner la confianza en las

cosas que se deslizan y pasan (S 105,7). Sea tu

esperanza el Señor Dios. No esperes ninguna

otra cosa de El; sea el mismo Señor tu

esperanza (CS 39,7).

Oración

Señor danos un corazón lleno de esperanza,

abierto, sensible a los dolores y a los sufrimientos.

Que nos comprometa, en la práctica del amor y la

justicia.

 

Séptimo día

“Dios es el fundamento de la esperanza; pero no cualquier dios, sino

el Dios que tiene un rostro humano y que nos ha amado hasta el

extremo, a cada uno en particular y a la humanidad en su conjunto”.

(Benedicto XVI Spes Salvi 31)

Lectura Bíblica: Rm 15, 12-15

El profeta Isaías dice a su vez: Aparecerá el brote de

Jesé, el que se alzará para gobernar las naciones paganas:

y todos los pueblos pondrán en él su esperanza. Que el Dios

de la esperanza los llene de alegría y de paz en la fe, para

que la esperanza sobreabunde en ustedes por obra del

Espíritu Santo.

Dice San Agustín:

“Nos entristece el no ver, pero nos consuela el

esperar ver. Existe, pues, la esperanza, y es

compañera de la fe”

(S 53,11).

Oración:

Señor derrama sobre nosotros tu Espíritu Santo

para que nos anime y ayude a vivir con esperanza

y alegría, a pesar de las pruebas y de las cruces que

encontramos en tu seguimiento.

 

Octavo día

“…gran esperanza sólo puede ser Dios, que abraza el

universo y que nos puede proponer y dar lo que nosotros por sí solos

no podemos alcanzar. De hecho, el ser agraciado por un don forma

parte de la esperanza.” (Benedicto XVI Spes Salvi 31)

Lectura Bíblica:

Amen con sinceridad. Tengan horror al mal y pasión por el

bien. Ámense cordialmente con amor fraterno, estimando a

los otros como más dignos. Con solicitud incansable y

fervor de espíritu, sirvan al Señor. Alégrense en la

esperanza, sean pacientes en la tribulación y perseverantes

en la oración. Consideren como propias las necesidades de

los santos y practiquen generosamente la hospitalidad.

Dice San Agustín:

“Si la esperanza del siglo futuro no nos

consolase en la tribulación del presente,

pereceríamos… Nuestra esperanza es tan firme

como si ya fuese realidad”

(CS 123,2).

Oración:

Señor Enséñanos a orar para no perder la

Esperanza. Enséñanos a orar para discernir donde

poner los esfuerzos y descubrir nuestro lugar y

misión. Enséñanos a orar para no desalentarnos

en las dificultades y contratiempos.

 

Noveno día

“Un lugar primero y esencial de aprendizaje de la esperanza es la

oración. Cuando ya nadie me escucha, Dios todavía me escucha.

Cuando ya no puedo hablar con ninguno, ni invocar a nadie,

siempre puedo hablar con Dios” (Benedicto XVI Spes Salvi 32)

Lectura Bíblica: 1Ts 5,5-10

Todos ustedes son hijos de la luz, hijos del día. Nosotros no

pertenecemos a la noche ni a las tinieblas. No nos

durmamos, entonces, como hacen los otros:

permanezcamos despiertos y seamos sobrios. Los que

duermen lo hacen de noche, y también los que se

emborrachan. Nosotros, por el contrario, seamos sobrios,

ya que pertenecemos al día: revistámonos con la coraza de

la fe y del amor, y cubrámonos con el casco de la esperanza

de la salvación. Porque Dios no nos destinó para la ira,

sino para adquirir la salvación por nuestro Señor

Jesucristo, que murió por nosotros, a fin de que, velando o

durmiendo, vivamos unidos a él.

Dice San Agustín

La esperanza que se ve no es esperanza (CS

5,4). Quien ahora tiene sed, afiance la

esperanza; quien tiene sed, confíe; saciado,

tendrá el objeto. Antes de poseerlo, tenga sed

en esperanza (CS 35,14).

Oración:

Señor fortalece nuestra esperanza para que sea el

motor de nuestra entrega el pozo donde beber para

seguir, el refugio donde descansar y retomar

fuerzas. Anuda nuestra esperanza al proyecto del

 

Padre.

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