A TI, DULCE MADRE
Señora Divina, grábame en tus ojos y en tu corazón, graba mi vida y escucha mi petición.
Así como el desértico camino donde mandaste a Juan Diego a recoger flores y ellas aparecieron por tu Gracia; así, Madre del cielo, haz que florezca en mi vida la fe en Tu Hijo y en Ti cada día más y más.
Amén
Antonia Rey. Tu hija.
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