¡Oh! María, Madre mía, lléname de fe y alegría
Antonia Rey. Tu hija.
¡Oh! María, Madre mía, lléname de fe y alegría.
Dulce corazón de María, guarda mi fe y mi vida.
Acompáñame, Señora del cielo, con la dulce llama de tu amor, enséñame el camino y dándome tu protección, déjame refugiar mi débil humanidad en tu amparo.
Madre Divina, cúbreme con tu Sagrado Manto, bendíceme con tu mano y guárdame en tu corazón.